domingo, 20 de julio de 2008

RÍO TÁMESIS

Es el río de Inglaterra que conecta Londres con el mar, tiene una longitud de 396 kilómetros y forma parte de la historia y vida de la capital británica. Antiguamente fue uno de los principales medios de transporte entre Londres y Westminster. En ciertas ocasiones el río llegó a congelarse debido a las bajas temperaturas en Londres.

Unos años después el río comenzó a contaminarse y se tuvo que llevar a cabo una limpieza masiva ya que se produjeron múltiples enfermedades. Actualmente es uno de los ríos más limpios que atraviesan ciudades. A lo largo del río se puede tener una agradable vista general de la ciudad. Siguiendo el camino desde el puente de Lambeth nos encontramos con el acuario de Londres y una exposición permanente de Salvador Dalí. A continuación está el London Eye que ofrece una vista espectacular de la ciudad. Y así cada poca distancia se encuentran edificios históricos como Royal Festival Hall, restaurantes en Gabriel’s Wharf, teatros, galerías de arte como la Tate Modern… llegando finalmente a la Torre de Londres.


También se puede disfrutar de cruceros por el río para conocer los lugares a su orilla. Actualmente el Támesis es el escenario de una de las carreras más populares del Reino Unido: la regata Oxford-Cambridge, donde cada año se enfrentan los remeros de ambas universidades.




CONTAMINACION DEL RIO TAMESIS

Tan contaminado estaba el río Támesis en su tramo de 70 km desde Gravesend hasta Teddington Lock –en 1957, cuando fue analizado mediante muestreos por los científicos–, que ningún pez podía vivir en sus aguas. En siglos anteriores había sido un sitio ideal para la pesca, desde su estuario –donde abundaban los peces de agua salada– hasta los sitios poco profundos adonde llegaban a desovar los salmones, procedentes del mar.
Cuando la ciudad de Londres creció, aumentó la producción de basura, y mucha se arrojaba al río. Pero la contaminación comenzó a ser un problema serio en la primera década de 1,800, cuando empezaron a utilizarse los excusados. Antes de eso, la mayor parte de las aguas de desecho de la ciudad se vertían en fosas y, después, se esparcían en los jardines.
Las aguas no tratadas que llegaban al río estimularon el crecimiento de bacterias. De manera gradual, éstas acabaron con el oxígeno del agua, que es esencial para la vida de los peces y de las plantas. Para mediados del siglo XIX, el hedor era tan grande, que las cortinas de la Camara de los omunes, situada aq orillas del río, tuvieron que ser empapadas de desinfectantes. Se realizaron muchas obras al norte y al sur de la ciudad para tratar de resolver el problema, pero con el aumento de la población y la proliferación de industrias químicas y de gas, que tiraban sus desechos directamente en el río, la contaminación empeoró. Las industrias de energía que vertían agua caliente en la corriente del Támesis redujeron más los niveles de oxígeno de sus aguas.
Al principio de la década de 1960, se realizó un mayor esfuerzo para modernizar el sistema de tratamiento de las aguas residuales de la ciudad de Londres y para reducir la cantidad de emisiones de las fábricas. Con esto, los peces comenzaron a regresar al río, y en 1973 había unas 72 especies en sus aguas. Otra vez era posible pescar anguilas en el corazón de la ciudad, y las garzas se convirtieron, en animales familiares para los londinenses. También es posible observar patos silvestres, cormoranes y otras aves alimentarse de las plantas que hay a la orilla del río.
Aunque el éxito del saneamiento del río Támesis es indiscutible, los ecologistas todavía ejercen presión para que se pongan en marcha otras medidas de limpieza del ambiente, como prohibir el uso de herbicidas, mejorar la calidad del agua vertida al desagüe por las plantas de tratamiento, y controlar las emisiones de las fábricas.

CONSTRUCCIÓN DE UNA PLANTA DE DESALACIÓN DE LAS AGUAS DEL RÍO TÁMESIS EN LONDRES.

Por un importe de 200 millones de libras esterlinas (unos 250 millones de euros).
Se trata de la primera planta que extraerá agua de este río y la primera de sus características que desalará y, al mismo tiempo, reutilizará el agua residual. Está previsto que entre en servicio a finales de 2009.
Para la compañía que preside José Manuel Entrecanales es el primer contrato de su filial Acciona Agua en Reino Unido, y lo ejecutará junto a la británica Interserve.
La desaladora, promovida por Thames Water, gestora del abastecimiento de agua de Londres y sus zonas metropolitanas, producirá 150 millones de litros de agua potable al día, equivalentes al abastecimiento de casi un millón de personas.
Además, funcionará a partir de energías renovables con el fin de evitar el impacto ambiental y las emisiones de CO2 derivadas del consumo de energía necesario para realizar el tratamiento del agua.
La planta no se instalará en una zona costera, como es lo habitual en este tipo de proyectos, sino en el estuario del Támesis, donde el río se ve invadido por el mar, y junto a la actual depuradora de Beckton, al Este de la capital británica. Acciona Agua aborda el primer contrato en Reino Unido tras construir más de 70 desaladoras, algunas de ellas en mercados internacionales como los de Estados Unidos y Australia, que, en conjunto suman una producción de 1,3 millones de metros cúbicos de agua al día, equivalentes al consumo de más de cinco millones de personas.